X-men: Origins

Buenos días, prosigo a contestar las preguntas guía del profesor de manera disimulada. 

Me gusta considerar que, aunque sea un poco trampa, tanto el catalán como el castellano son mis lenguas maternas. Digo que es un poco trampa, porque tengo una fuerte tendencia hacia el español. Luego os digo por qué. No os muráis de la intriga. Como segunda lengua tengo el inglés sorpresa y como extranjera, el alemán. Lo "gracioso" es que mi padre es 50% alemán, 50% inglés.
Resulta que este señor que se hace llamar mi padre, nació de una familia de madre alemana y padre inglés, sin embargo, le supuso tal palo aprender inglés de niño y español de no tan niño, que nunca trató de convertirnos ni a mis hermanos ni a mí en los plurilingües que podríamos ser. Mi madre sí que es catalana y, según ella, en nuestra más tierna infancia nos hablaba en catalán a mi hermana y a mí. No obstante, cuando tenía 4 años empezamos a vivir con oma. ¿Sabéis esos guiris que prácticamente viven en España hasta que se van a vivir a España? Pues eso. Los conoceréis muy bien si vivís en la costa. La de verdad, no la de Barcelona. Pues oma, hablaba todavía menos catalán que mi padre, y cuando ella se puso a estudiar, l’equip català liderado por mi madre se desmoronó. No obstante, en mi colegio e instituto, todas las asignaturas, menos castellano e inglés, se impartían en catalán, lo cual reequilibró muchísimo la balanza. Eso y el K3. Tomàtic, te echamos de menos.
No tengo más certificados de nivel que un triste First. Tampoco creo mucho en ellos. Pero según la universidad de Wisconsin tengo los siguientes conocimientos:

Español: supernativa
Catalán: nativa a secas Claro que sí, guapi
Inglés: bastante decente
Alemán: tan malo que hace sangrar los oídos de mi padre Te lo mereces, papá

A pesar de que soy un poco weaboo y tengo una app muy guay en el móvil para aprender a trazar hiragana, katakana y kanji, solo el conozco el alfabeto de mis lenguas maternas y porque me lo enseñaron en el colegio. Llega mi padre a tener que enseñarme a leer y escribir y voy apañada. Sin rencores. Si me conoces, sabrás que mi móvil, mi Duolingo y mi vida son una broma de mal gusto. Vamos, que tengo todos los cursos habidos y por haber empezados. No me juzguéis, no sé qué hago con mi vida y paso mucho tiempo esperando los trenes de la Renfe. Así que no sé cuál será la próxima lengua con la que me frustraré, de momento, a ver si aprendo a hablar alemán, que me voy a ir de Erasmus a Alemania y mi cara va a ser esta:
Actualmente, aunque hasta mi padre vaya a las manifestaciones por los presos políticos, seguimos hablando castellano en casa.

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